Flores de Invierno: Cyclaminas
El ciclamen es una de las más populares plantas de floración invernal debido a que en esta época hay pocas plantas en flor.
Sus pétalos suelen ser más o menos grandes que se pliegan sobre sí mismos construyendo bellas y singulares flores.
Las variedades modernas presentan una amplia gama de colores florales que va desde el blanco al escarlata, pasando por tonalidades rosadas, púrpura y salmón, y las hojas acorazonadas y provistas de un largo peciolo, muestran manchas plateadas formando diferentes dibujos.
Luz
 Coloca las plantas en un sitio luminoso  o ligeramente sombreado, pero jamás  en la luz directa del sol. 
 Temperatura
se compra en plena floración,  en otoño-invierno, procedente  de un invernadero sin calefacción.  Al llevarlo a casa sus hojas amarillearán  y caen por encontrarse con un interior  caldeado. Sitúalo en una habitación  fresca.
 Humedad
Proporciona a estas plantas una elevada  para sobrevivir en interior, pero  no se deben pulverizar; pon la maceta  sobre guijarros mojados sin que esté  en contacto el agua con la maceta.
Riego
Ciclamen requiere mucho agua pero  es muy importante que el tubérculo  NO se moje. Riega por abajo, llenando  de agua el platito o cuenco y retirándo  el líquido sobrante tras 20  minutos, hasta que absorba por capilaridad.  Nunca riegues por arriba, ya que se  pudre el bulbo.
 Abono
Añade abono líquido  al agua de riego cada 15 días  durante el crecimiento y la floración.  Si el suelo no es ácido o riegas  con agua con cal, añade quelatos  de hierro de vez en cuando para corregir  la carencia de Hierro que produce  amarilleo de hojas.
Multiplicación
El Ciclamen suele cultivarse  como anual, es decir, que se  desecha tras la floración.  Sin embargo, se puede conservar  si sacas los tubérculos  a finales de primavera y los  dejas en reposo en verano. A  finales de agosto plántalo  en maceta en el exterior hasta  mediados de otoño que  los vuelves a meter en casa.

	